Buenas tardes!
Tal día como hoy, de hace un año, fallecía Ana María Matute.
Considerada como una de las mejores novelistas de la posguerra y con una extensa obra escrita a lo largo de su vida, Ana María Matute, fallecía, cuando se hallaba escribiendo «Demonios familiares».
Además de sus novelas, podemos destacar los muchos relatos y cuentos cortos para niños que escribió.
Sipnosis:
Eva, la protagonista de Demonios familiares, vuelve a la casa familiar tras la quema del convento donde estaba como novicia. Su padre, el Coronel, un hombre conservador y autoritario que siempre ha tratado a su hija con un amor distante, está paralítico desde hace años y dirige su hacienda desde la silla de ruedas, asistido por Yago, un hombre oscuro cuya historia tiene muchos secretos.
En el bosque cercano a su casa, Eva encuentra el cuerpo malherido de un paracaidista, y ayudada por Yago, que reconoce al muchacho, lo trasladan al desván. Eva sabe que debe mantener la presencia de Berni en el más absoluto secreto, y más desde que la zona ha sido tomada por el bando nacional.
Dedicada al cuidado de Berni, la joven e inexperta muchacha desarrollará un sentimiento que sabe que no debe sentir, algo que traiciona a todos cuantos ama.
A pesar, de ser una obra inacabada, se puede disfrutar, en cada frase y en cada palabra, del buen saber hacer de la escritora.
De su delicadeza, de su uso del lenguaje, de su forma de hilvanar hechos y sucesos, con acontecimientos y con otros libros escritos , con anterioridad.
El libro cuenta con un prólogo, escrito por Pere Gimferrer y un epílogo, escrito por María Paz Ortuño.
Preciosa obra final, para una vida disfrutada y vivida al minuto, al segundo.
Totalmente recomendable.
BESOS
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