La montaña, en verano, tiene grandes alicientes. Muchos asemejan la montaña al invierno, por la práctica de deportes en nieve, pero, está claro, que la montaña, en cualquier estación, es una buena opción.
Las temperaturas en verano, cálidas, pero no tanto como en las ciudades o en las zonas de playa, nos permiten disfrutar de excursiones y paseos bajo el sol, sin llegar a resultar abrasador.
las temperaturas diurnas, a veces, son tan extremas como en el resto de sitios pero las temperaturas nocturnas, suelen ofrecer una tregua, que en otros lugares, no se da.
Disfrutar de la naturaleza, del entorno, de la flora y fauna que nos ofrece la montaña, es un plus en cualquier actividad que realicemos.
Dolorespormiabuela 
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