Estos bizcochos suaves y esponjosos resultan muy fáciles de hacer.
Ponemos el horno a calentar, a 200 grados y sólo con aire en la parte de arriba.
Tres o cuatro huevos , sé separan las claras de las yemas, poniéndolas en moldes diferentes.
Se añade una pizca de sal a las claras y se baten hasta conseguir el punto de nieve. Sabemos que están en punto de nieve cuando al girar el molde donde tenemos las claras batidas no caen .
Batimos las yemas con 75 gramos de azúcar. se le añade 90 gramos de harina floja y un sobre de levadura química, tamizandolo sobre la mezcla anterior.
A esta mezcla se le añade las claras a punto de nieve.
Se extiende,en líneas largas y gruesas, la masa sobre una bandeja con papel para horno.
Espolvoreamos el azúcar glass por encima e introducimos en el horno durante diez minutos.
Dejamos enfriar y con cuidado separamos los bizcochos.
Recordar guardar en una bolsa bien cerrada para que no endurezcan con el contacto del aire.
Deja una respuesta